Amanece un sábado gris. Sus planes al aire libre siguen en pie. Lo más importante es llevar un calzado perfecto para poder disfrutar de una reunión familiar. Los nervios y las inseguridades se reflejan en su rostro. Ella apuesta por un estilismo muy sencillo. Nunca hay una segunda oportunidad para crear una buena primera impresión. Y los botines son el calzado perfecto para pisar con fuerza. Su pieza clave es el chaquetón de piel de cordero. Es el toque perfecto para conseguir un look muy dulce y femenino a la vez.
El taxi está esperando. Y él, impaciente, mira constantemente su portal. Esperando verla aparecer. Un jersey verde, unos botines y una camisa de cuadros. Ella sube al taxi. Su carmín queda marcado en la mejilla después de darle un beso. El coche arranca y aquel camino se hace eterno…